En cualquier rincón de éste planeta, tan grande y tan pequeño a la vez, se puede escuchar un cuento.
Cualquiera de nosotros se puede convertir en un transmisor de ilusiones, sueños y fantasías... no se necesitan cualidades extraordinarias para poder narrar una historia, sólo es necesario que te haya llegado dentro, tan dentro que puedas transmitirla como si esa historia fuese única y especial.
El libro entra a formar parte del niño mucho antes de que sepa leer...el placer de leer, va precedido del placer de escuchar.
Cualquiera de nosotros se puede convertir en un transmisor de ilusiones, sueños y fantasías... no se necesitan cualidades extraordinarias para poder narrar una historia, sólo es necesario que te haya llegado dentro, tan dentro que puedas transmitirla como si esa historia fuese única y especial.
El libro entra a formar parte del niño mucho antes de que sepa leer...el placer de leer, va precedido del placer de escuchar.